MÁS QUE DERMA: ¿Qué sabes de las varices y la insuficiencia venosa?

Como sabréis o habréis notado en vuestras propias carnes, el calor es uno de los principales agravantes de la patología venosa en los miembros inferiores, así que agosto nos ha parecido un buen momento para hablar del tema y que aprendáis a minimizar sus consecuencias.

Para ello hemos contado con la colaboración del Dr. Pau Bargay Juan, especialista en Angiología y Cirugía Vascular.

D: Empecemos por el principio, ¿qué es exactamente la insuficiencia venosa crónica (IVC)?

PB: La IVC se define como la incapacidad de nuestras venas de cumplir su función, que no es otra que llevar la sangre de vuelta al corazón.  A nivel nacional se estima una prevalencia del 37,7% en mujeres y del 19,7% en hombres, y su manifestación clínica más común es la aparición de varices.

D: ¿Y por qué aparecen las varices?

PB: En el desarrollo de la insuficiencia venosa y las varices influyen múltiples factores, los más relevantes son los siguientes:

-      Historia familiar o genética (si tienes familiares con este problema, tu riesgo será mayor que el de la población general).

-      Edad avanzada (por deterioro de la pared venosa).

-      Obesidad.

-      Bipedestación prolongada y sedentarismo.

-      Sexo (mayor frecuencia en mujeres).

-      Embarazo (por el aumento de los niveles de estrógenos y progesterona, y por la mayor presión intraabdominal).

-      Exposición al calor (provoca la relajación del tono venoso y aumenta el aporte arterial, sobrecargando el sistema venoso superficial).

-      Otros con menor evidencia son dietas bajas en fibra y el tabaco.

D: ¿Cómo podemos saber si tenemos insuficiencia venosa y por tanto mayor riesgo de que aparezcan varices?

PB: Los principales síntomas asociados a la IVC de los miembros inferiores son (de mayor a menor frecuencia): pesadez, calambres, dolor, picor, parestesias [sensación de hormigueo] y sensación de quemazón.

Por otro lado, los principales signos son (de menor a mayor gravedad):

  • Arañas vasculares o telangiectasias: venas dilatadas de menos de 1mm de diámetro y no palpables.

  • Varículas y varices reticulares: venas dilatadas con un diámetro entre 1 y 3mm.

  • Varices tronculares o esenciales: venas dilatadas de más de 3mm de diámetro y palpables.

  •  Edema o hinchazón de las piernas (principalmente se aprecia en los tobillos).

  • Alteraciones cutáneas como manchas de coloración rojiza u ocre, cambios en la textura de la piel y endurecimiento.

  • Úlceras, que no curan bien salvo que se trate la IVC.

 

D: Una vez aparece la insuficiencia venosa, ¿qué se puede hacer?

PB: En todos los estadios de IVC se recomiendan ciertas medidas higiénico-ditéticas con la intención de frenar la progresión y aliviar los síntomas, entre ellas destacamos:

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  • Durante la bipedestación [estar de pie]: evitar quedarse quieto, realizándo periódicamente ejercicios de contracción de la musculatura de los gemelos (esto se ve dificultado por zapatos con tacon >4cm).

  • Caminar disminuye la presión venosa más de tres veces.

  • Mientras estamos sentados: evitar sentarse con las piernas cruzadas, posición tipo buda o asientos con bordes elevados o duros, ya que provocan compresión externa y esto dificulta el retorno venoso.

  • Durante el descanso en la cama: elevar unos 10-20cm la zona de la cama donde están las piernas.

  • Temperatura: el frío produce venoconstricción y efecto antiinflamtorio local. Por lo que la ducha con agua fría reduce el volumen del pie y del tobillo, y mejora los síntomas tipo calambres, pesadez y picor. Por lo contrario, debemos evitar la venodilatación que provoca el calor.

  • Evitar circunstancias de hipertensión abdominal como sobrepeso, estreñimiento, ropa ajustada o cinturones, fajas y ligas demasiado ajustadas.

  • Realizar ejercicios para mejorar el retorno venoso activando la bomba veno-muscular como flexionar y extender los dedos, pies y tobillos, ponerse de puntillas y hacer ejercicios simulando el pedaleo.

  • La práctica de deporte debe ser regular, los deportes más recomendados son: caminar (sobretodo dentro del agua), correr sobre superficies blandas, natación en agua fría, ciclismo al aire libre o con bicicleta estática y extremidades elevadas y el baile de salón.

  • El uso habitual de medias elásticas: corrigen en cierta medida la insuficiencia venosa y mejoran la acción de la bomba veno-muscular. Estas deben colocarse antes de levantarse de la cama.

  • Limpieza e hidratación diaria de la piel, especialmente si existen alteraciones cutáneas. Si aparecen úlceras, lo ideal es el seguimiento y control por su médico.

D: ¿Existe alguna medicación útil?

PB: El tratamiento farmacológico con medicamentos venotónicos, “anti-varicosos” o “vaso-protectores”, no previene la IVC pero puede mejorar la sintomatología asociada y ciertos signos como el edema. La evidencia científica es controvertida, pero en la clínica diaria vemos cómo su administración en periodos de calor o en grados avanzados de IVC es efectiva y mejora la sintomatología en líneas generales. 

El tratamiento tópico con geles fríos o con heparina pretende aliviar los síntomas, aunque el objetivo a nivel cutáneo debe ser la hidratación abundante de la piel deteriorada para prevenir úlceras y evitar complicaciones.

 

D: ¿En qué casos está indicada la cirugía?

PB: Tanto las arañas vasculares como las varículas o las varices reticulares se consideran un problema estético y pueden tratarse mediante técnicas poco invasivas y ambulatorias como el láser o la esclerosis química.

En líneas generales se recomienda el tratamiento quirúrgico para las varices tronculares sintomáticas o complicadas (varicoflebitis [trombosis de una variz], varicorragia, alteracaciones cutáneas o úlceras).

Las técnicas más empleadas las podemos diferenciar en:

  • Cirugía convencional: consiste en extirpar la vena safena (safenectomía) o las propias varices (flebectomía).

  • Técnica CHIVA (Cura Conservadora Hemodinámica de la Insuficiencia Venosa Ambulatoria): es un tratamiento más conservador que la cirugía convencional y que está muy extendido en España.

  • Tratamiento endovenoso: consiste en provocar de forma controlada la trombosis de la vena enferma desde su interior y puede llevarse a cabo mediante laser, radiofrecuencia o esclerosis.

Por tanto, para minimizar el riesgo de insuficiencia venosa y varices, es crucial llevar una vida sana, una dieta equilibrada y realizar deporte de forma regular. Y por supuesto, ante cualquier duda, consultad con un especialista en la materia.

¡Muchísimas gracias Dr. Pau Bargay Juan, nos ha parecido un tema muy interesante y útil!

Esperamos que os haya gustado,

Equipo Dermothèque.

Bibliografía:

-Bellmunt S. et al. La insuficiencia venosa crónica en el Sistema nacional de salud. Documento de la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular.

-National Institute for Health and Care Excellence. Varicose veins in the legs. The diagnosis and management of varicose veins. Clinical guideline. 2013.