Envejecimiento del cuello, ¿cómo prevenirlo y tratarlo? Entrevista a la Dra Marta Vilavella

El cuello es una de las zonas que más sufren el paso del tiempo. A menudo nos damos cuenta cuando ya es demasiado tarde, ya que es una zona a la que prestamos poca atención. Esta semana hemos entrevistado a la Dra Marta Vilavella, dermatóloga, cofundadora y directora médica de iDermic, y experta en el tratamiento de esta zona.

¿Cómo y porqué tiene lugar el envejecimiento de la zona del cuello?

Se dice que se puede adivinar más la edad de una persona por el aspecto de la piel del cuello o del dorso de las manos que por la piel de la cara.

Con el paso de los años vamos perdiendo la capacidad de fabricar colágeno y elastina, unas fibras estructurales de la dermis, que le dan soporte y elasticidad a la piel. La piel del cuello podría presentar signos de envejecimiento antes que la piel de la cara principalmente por los siguientes motivos:

-       El cuello presenta una piel con una dermis más fina que prácticamente carece de glándulas sebáceas. El sebo ejerce una función hidratante y lubricante que previene la aparición de arrugas.

-       Es una piel con poco soporte. Tiene poco tejido celular subcutáneo, un tejido muscular fino y carece de soporte óseo. Además, está sometida de manera constante a estiramientos y movimientos de flexión y rotación del cuello.

-       El cuello suele ser una zona “olvidada” que recibe menos cuidados cosméticos que la piel de la cara en cuanto a hidratación, nos ponemos menos cremas, y en cuanto a fotoprotección, nos protegemos menos del sol.

Además, el envejecimiento del cuello también depende de factores genéticos y de factores externos como la mala alimentación y pérdida drástica de peso, el estrés, el tabaco o la exposición solar. 

Las posturas de flexión continuada por el uso de dispositivos móviles también podrían favorecer en envejecimiento prematuro de la piel de esta zona

¿Qué tipo de envejecimiento podemos observar en el cuello?

El envejecimiento en el cuello se puede presentar de dos maneras: en forma de arrugas y en forma de cambios de la pigmentación y textura de la piel.

• En forma de arrugas:

-Arrugas finas y superficiales: relacionadas con el tabaco y la exposición solar acumulada.

-Arrugas verticales y más profundas: producidas por descolgamiento y flacidez, ya sea por cambios bruscos de peso o por el paso de los años (elastosis senil.)

-Arrugas horizontales o transversales: también llamados “anillos o aros de Venus” aunque pueden presentarse desde la edad infantil y dependen de factores hereditarios, van empeorando a lo largo de los años.

•  En forma de adelgazamiento de la piel y cambios en la pigmentación: Este tipo de envejecimiento tiene nombre propio “Poiquilodermia de Civatte”. Consiste en un afinamiento progresivo de la piel (atrofia) con alteraciones de la coloración en forma de manchas oscuras o hiperpigmentaciones y manchas claras o hipopigmentaciones. También observamos una dilatación de los vasos sanguíneos superficiales de la piel (telangiectasias).

¿Como podemos prevenir el envejecimiento del cuello?:

Podemos retrasar el envejecimiento prematuro del cuello:

• Utilizando dermocosmética adecuada. Es imprescindible hidratar diariamente esta zona. Existen cosméticos específicos para el cuello que suelen contener mayor cantidad de agentes hidratantes ya que es una zona desprovista de glándulas sebáceas que se deshidrata con facilidad. Además, las fórmulas diseñadas para el cuello suelen contener mayor concentración de activos tensores.

• Evitar el tabaco.

• Utilizar fotoprotección de amplio espectro en el cuello durante todo el año y especialmente en verano.

• Mantener una buena alimentación y evitar los cambios bruscos de peso.

• La gimnasia facial para fortalecer el músculo platisma del cuello también podría tener un papel preventivo en la aparición de arrugas o la flacidez prematura de la piel de la zona.

¿Qué tratamientos existen para prevenir y mejorar el envejecimiento del cuello?

Tratar un cuello envejecido de manera no quirúrgica puede ser todo un reto terapéutico. Es una zona difícil que no va a responder ni tan bien ni tan rápido como la piel de la cara a los distintos tratamientos.  Hay que tener en cuenta que no existe un único procedimiento para mejorar el envejecimiento del cuello, en la mayoría de los casos, para conseguir buenos resultados, realizaremos una combinación de diferentes técnicas. 

Las técnicas más utilizadas en rejuvenecimiento del cuello son las siguientes: 

• Toxina botulínica: la usamos para relajar el músculo platisma y para que mejoren las arrugas verticales en forma de bandas.

• Ácido hialurónico reticulado y no reticulado: mejoran la calidad del tejido, aumentan la hidratación y aportan turgencia a la piel. Además, estimulan los fibroblastos de la dermis y la fabricación propia de colágeno.  La administración de ácido hialurónico se puede realizar en forma de mesoterapia (pequeños pinchazos sobre toda la superficie de la piel del cuello) o bien en forma de “blanching” en el pliegue o fondo de la arruga para rellenarla.  

• Estimuladores de colágeno (hidroxiapatita cálcica y ácido poliláctico): se suelen administrar diluidos con suero fisiológico y se aplican con la ayuda de una cánula trazando trayectos en forma de abanico. Este tratamiento mejora el colágeno propio y consigue un estiramiento o efecto “lifting” de la piel zona.

• Radiofrecuencia: Tanto la externa como la fraccionada con microagujas (más profunda y efectiva).  Se pueden utilizar varios dispositivos de radiofrecuencia que calientan los tejidos internos para provocar una remodelación del colágeno de la dermis y aumentar de manera consiguiente la tensión de la piel. 

• IPL (luz pulsada intensa) y otros dispositivos de luz: mejoran las hiperpigmentaciones y las telangiectasias. Además, el efecto térmico conseguido también tiene un papel en la estimulación de colágeno y elastina de la dermis.

• Laser CO2 fraccionado: lo utilizamos, tal y como lo hacemos en la cara, para tratar principalmente arrugas superficiales. 

• Nanofat: consiste en la infiltración intradérmica de pequeñas cantidades de tejido adiposo del propio paciente. La grasa es filtrada y se inyecta en un estado casi líquido.

• HIFU (ultrasonidos focalizados de alta intensidad): se han introducido recientemente en el tratamiento de las arrugas y la flacidez del cuello. El aumento de temperatura en el tejido hace que se genere una reacción fisiológica que aumenta la producción de colágeno y elastina.

• Hilos tensores: se pueden utilizar para densificar la piel del cuello creando un efecto de mallado y estimulando la producción de nuestro propio colágeno. Son más efectivos como tratamiento preventivo que como correctivo ya que no pueden tensar una piel del cuello que ya esté descolgada.

Dra Marta Vilavella (@dra.martavilavella_derma)

Dra Sara Gómez (@dermotheque)