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MORSICATIO BUCCARUM

Seguro que todos conocéis a personas que tienen la manía de morderse las uñas… igual no a tantas que se muerden la mucosa bucal… ¡pero las hay! En esta semana dedicada a la patología oral, hoy os hablamos del Morsicatio buccarum

¿Qué es el Morsicatio buccarum?

El término Morsicatio derivada del latín morsus que significa “mordedura”, y es que esta afectación se produce en personas que tienen el hábito de morderse la mucosa oral de manera compulsiva/repetida.

Se trata por tanto de lesiones autoinducidas, que en ocasiones se realizan de manera accidental, pero que en la mayoría de casos es un acto plenamente consciente de autolesión. Este comportamiento se ha asociado a trastornos psíquicos, siendo más frecuente en niños y adolescentes con evidente agresividad e impulsividad reprimidas. También se ha relacionado con otras patologías como el trastorno obsesivo-compulsivo, el autismo, el síndrome de Tourette o la enfermedad de Lesch-Nyhan. A veces los pacientes se lesionan simplemente para atraer la atención de los familiares o de los facultativos.

 

¿Cómo se manifiesta clínicamente?

El morsicatio buccarum se manifiesta como lesiones blanquecinas esfaceladas por mordisqueo de la mucosa yugal, de forma unilateral o bilateral. También puede afectarse la mucosa labial (en cuyo caso hablamos de morsicatio labiorum).

Las lesiones se producen como respuesta tisular a un traumatismo crónico —> La mucosa irritada responde a la agresión produciendo queratina con su consecuente engrosamiento, que se aprecia de color blanquecino, a veces ulcerado o erosionado dependiendo del grado de fricción/traumatismo. 

 

¿Cómo se diagnostica?

Cuando el paciente reconoce el hábito reiterado de mordisquearse la mucosa bucal puede ser sencillo, pero sino, esta afectación  puede conducir a errores diagnósticos y terapéuticos con frecuencia.

Una anamnesis dirigida, una detallada exploración física y el reconocimiento clínico de las lesiones muchas veces inespecíficas nos orientan al diagnostico. Antes de considerar el diagnóstico se deben descartar otras posibles patologías (como por ejemplo candidiasis pseudomembranosa, nevus blanco esponjoso, liquen plano, leucoplasia.. entre otras),  y siempre que estén indicadas deben solicitarse las pruebas complementarias oportunas, incluyendo el estudio histológico mediante la toma de una biopsia si es necesario.

¿Cómo se trata?

Un tratamiento que resulta efectivo para estos trastornos es proteger la zona afectada con un protector bucal que impida al paciente traumatizar esta área, de forma que si eliminamos la causa que lo está provocando, las lesiones tienden a la auto-resolución.

Dado que las lesiones auto-inducidas pueden ser una manifestación de un desorden emocional o psiquiátrico, en esos casos, el tratamiento debe ser dirigido por un psicólogo o un psiquiatría, los cuales realizarán las estrategias psicoterapéuticas y/o pautarán los fármacos necesarios para un correcto manejo terapéutico del paciente.

 

Como siempre, en caso de dudas, lo mejor es consultar con vuestro dermatólog@, que será la persona más indicada para resolverlas y ofreceros la mejor solución en cada caso.

 

¡Buen día!

 

Dra. Laura Berbegal